Pisando vidrios.

Frente al espejo un mundo de lava se aprovechaba de ella, entre lagrimas de rimel negro decidió arrancarse cada uno de sus cabellos, lo necesitaba, la autoflagelación era la única libertad que encontraba en su jaula de piedra, necesitaba un cambio, si arrancarse la piel era necesario lo haría...se miro a los ojos y un mar de añejos puñales comenzaron a atacar su realidad de seda, que era como un vidrio, la cortaba en pedacitos...
hecho a reír casi con crueldad de su idiotez y salio a correr hacia la calle, gritar ya no la colmaba, solo quería un objeto que la penetre, un cualquiera con quien acostarse y ser otra y otra...para preguntarse al día siguiente ¿quien soy?.